Te colocás los auriculares con buena música (repito, música de la buena, es condición indispensable) y salís solo/a a caminar por el centro de Madrid. Vas prestando atención a los detalles, vas buscando aquello que te llama la atención, aquello que te gusta, aquello que puede transformarse en una buena imagen. Todo tiene potencial claro, pero como diría Henri Cartier-Bresson «Fotografiar es colocar la cabeza, el ojo y el corazón en un mismo eje.«, así que aunque millones de personas hayan pasado por ese mismo lugar, aunque millones de personas hayan tomado fotos de ese mismo lugar, la tuya siempre va ser diferente, porque hay una parte de vos que está reflejada en esa y en cada una de las fotografías que tomás.
Aquí les dejo una nueva entrega de Madrid a través de mis ojos…
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El Camino de las 10.000 Fotografías 
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