Castillo de Sant´Angelo

El post de hoy es breve ya que es nuestro último día completo en Roma y hemos estado de aquí para allá, como todo aquel cuyos ojos contemplan por primera vez esta interesantísima ciudad. Así que les dejo una foto y una anécdota de, claro, como el título lo indica, el Castillo de Sant´Angelo.

Antes del viaje leí varios artículos sobre qué ver en Roma, a sabiendas que una vida no alcanza para conocer todos los tesoros que esconde a cada vuelta de esquina, hay que optar por ser pragmáticos y utilizar lo mejor que se pueda el tiempo. En uno de esos artículos (que lamento mucho no haber guardado ya que hoy no puedo citarlo como correspondería) daban una muy buena recomendación: para fotografiar el castillo, convenía alejarse del bullicio de la calle y el puente de Sant´Angelo bajando a la costa del río Tiber y capturar la imagen desde  abajo del puente. ¡Qué gran consejo! Al estar a la orilla del río el ruido y el movimiento desaparecen y con calma uno puede concentrarse en la foto que va a tomar.

Esto fue apenas pasado del mediodía, el sol daba de lleno sobre el castillo y capturé allí esta imagen:

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En ese momento me imaginaba que bellos se verían de noche iluminados. Así que al día siguiente volvimos. Y aquí es donde la foto que sigue empieza a ganar riqueza no sólo por la imagen en sí, sino por lo que aconteció al momento de la toma:

Para acceder a la orilla del río uno debe bajar por unas escaleras ubicadas a ambos lados del puente. Yo bajé primera, pronta a acomodar el trípode y Fermín venía detrás. Habré avanzado unos 10 pasos del final de la escalera cuando escucho un ruido, me doy vuelta y veo a Fermín rodando por el piso, si, rodando, literalmente. Se había tropezado cerca del final de la escalera y había (como decimos en Argentina) comprado terreno al pié de Sant´Angelo.  Así de rápido como se cayó, se levantó del piso diciendo «estoy bien, estoy bien». Luego de corroborar que no había sido más que un susto y entre risas nos volvimos a enfocar en capturar la foto.

Ubiqué la cámara lo más cercana a la orilla posible al costado de un pequeño muelle. Éste estaba rodeado por un cerco y en él se acumulaban las hojas de los árboles que bordean al río que el otoño había empujado hasta ahí. Soplaba un poco de viento así que se escuchaba cada tanto el crujir de las hojas. De pronto, concentrada en la cámara y de espaldas al muelle, escucho un ruido de hojas más fuerte, como si alguien las moviera con fuerza, me doy vuelta, y veo salir a quien he optado por llamar Ratatouille, correr velozmente en dirección al agua. Ustedes dirán, «bueno, a quién no le ha pasado de encontrarse con algún que otro animalejo», pero lo interesante es que al minuto veo en frente mío a Ratatouille Jr. correr en línea recta por la orilla unos metros hasta desaparecer por el borde. Y por supuesto que no me puedo olvidar de mencionar a Ratatouille III a quien vi habilidosamente hacer equilibrio sobre una viga que en forma diagonal se introducía en el río para beber un poco de agua.

En conclusión, más allá de que no sean unas anécdotas extraordinarias, quisiera que cuando vean la foto recuerden que en la toma de la misma estuvieron involucrados otros actores como Fermín y su golpazo y la intrepidez de Ratatouille, Ratatouille Jr. y Ratatouille III.

Sin más palabrerío, los despido hasta la próxima semana. ¡Feliz día de Reyes para todos!

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Castillo y Puente de Sant´Angelo – Roma 2017 – El Camino de las 10.000 Fotografías (251)

2 respuestas a “Castillo de Sant´Angelo

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