La semana pasada tuvimos práctica de retrato en el curso. De regreso a casa en el tren venía pensando en los retratos que he tomado, pocos en verdad, ¡poquísimos!. Así que decidí hoy realizar un recuento de ellos.
EL ROBADO

Los fotógrafos que disfrutan de robar retratos me resultan personas osadas, con un gusto particular por la adrenalina. A mí la idea de robar retratos me pone nerviosa desde antes de levantar la cámara siquiera. Los que saben dicen que es cuestión de animarse y practicar, practicar mucho. Pero si entran a la página van a descubrir que yo no he practicado mucho, nop, para nada. Pero sí tengo un retrato robado que me gusta mucho, pero no fue valientemente tomado. Durante un viaje en 2015 pasamos por la ciudad de San Fernando del Valle de Catamarca (Catamarca – Argentina), allí fuimos a conocer la plaza principal y la Catedral Basílica de Nuestra Señora del Valle. Frente a la catedral vi llegar a una mujer, de contextura física pequeña, caminando con su bolsa de las compras, un rosario colgando de su cuello y un rostro marcado por los años. Cambié el objetivo de la cámara por un Canon EF 75-300 mm (vieron, no muy valiente lo mío) y me adelanté a su camino para esperarla y tomar la foto. Saqué dos fotos en aquella ocasión, cuando me acomodaba para sacar la segunda ella giró la cabeza y me miró:

EL HABLADO
Ya he contado en otra ocasión sobre cómo capturé estos retratos, así que les dejo el link a la entrada del blog y en esta ocasión seré breve (La Ñata). Como dice el título para este retrato primero hablé con Ñata, la mujer retratada, le pedí permiso para tomar la fotografía y luego, entre charla y mate fui tomando fotografías, esperando a que ella se olvidara de la cámara:


FAMILIA Y AMIGOS
Aquí se hace más fácil porque son personan que te conocen, aunque siempre hay quien le huye a la foto; en mi caso lo que disfruto estando detrás de la cámara es inversamente proporcional al rechazo que me produce estar delante del objetivo. Una de las fotos que más me gusta la saqué entre juegos con mi sobrino hace ya un par de años:





EL POSADO
Éste es el último y más reciente retrato que he tomado. Siempre me sentí un poco extraña en cuanto a los retratos posados, me resultan en ocaciones muy artificiosos, pero luego de haber capturado esta imagen mi idea sobre ellos ha cambiado rotundamente.
La consigna era imitar el famoso retrato «La Joven de la Perla» de Johannes Vermeer, la pose, la iluminación, etc. Luego de que se acomodara todo para la «sesión» de fotos, a cada alumno nos tocó el turno. En mi caso conté con una compañera del curso como modelo, Graciela, a quien le repito el agradecimiento por posar y por permitirme publicar la foto:

Para ver más fotos de este tipo pueden hacer clic en el link SER Humano, y es aquí donde aprovecho para hacer una aclaración sobre el nombre de la carpeta de fotos porque ha resultado un tanto polémica. Decidí nombrarla así, con énfasis en el ser porque para mí no se trata simplemente de ser parte de una especie, sino que se trata de poder ver e identificar aquellas cosas que nos hacen humanos. Porque después de todo, ¿no es eso lo que buscamos cuando fotografiamos personas, sus actividades, sus relaciones con lo que los rodea, su interacción con otros, sus retratos?
Fantásticos retratos. Un gran trabajo.
Saludos.
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Gracias!
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Magnífico post!
Los retratos son preciosos, y explicas muy bien las distintas técnicas o modalidades.
Un saludo, gracias por compartir, y felicidades por el trabajo!! 😉
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Gracias por tus palabras!
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